Todo sufrimiento se desliza por recuerdo, por imaginación, o aquello que se percibe. Pero gracias a esas tres vías existe el pensamiento y el afecto y el quehacer humano. Ha de ser, entonces, que si esas vías son necesarias, también son conductos de destrucción, si las contamina el sufrimiento.
¿Pero, no será el sufrimiento, el aviso que nos da la vida cuando su correntada es invertida?
El Paisaje Interno. Silo
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