jueves, 13 de junio de 2013

TESTIMONIO

Queridos amigos y amigas,

Los días 7 – 9 de Junio tuve la oportunidad de participar en la inauguración del Parque Schlamau en Alemania. Eran dias maravillosas, de mucho intercambio y encuentros, muchas ceremonias, mucha alegría compartida y mucho afecto.

Cuanto cambio el aspecto físico del Parque desde que lo vi la última vez! Todo era mucho más amplio que en aquel momento hace algo más de un año. Con unos 150 amigas y amigos de varios países y continentes estuvimos parados el día 8 de Junio, alrededor del mediodía, frente al nuevo y hermosísimo portal de acero azul, que marca la entrada al espacio sagrado, separando este pequeño pueblito Schlamau, con la presencia de su historia de tantos siglos, en una maravilloso paisaje.Aquí estuvimos en esta Alemania, con su historia, con las búsquedas y fracasos de tantas personas y pueblos, en este paisaje cultural que dio luz a Beethoven, a Mozart, a Goethe, Schiller y Hölderlin, a Wagner y… a la monstruosidad.
La atmosfera era de una inmensa alegría y un gran afecto que estaban creciendo entre nosotros. Amigas queridas y amigos queridos de tantos lugares con los cuales hemos compartido un largo camino.

Sentía que algo muy grande iba suceder. En algún momento se ubicaron muchos de los que hicieron posible este maravilloso Parque en el portal, y tres de los amigos (provenientes de Alemania e Austria) empezaron a dirigir palabras de bienvenida a los participantes, en alemán, español e ingles, con una música muy particular que se entremezclaba con las palabras en forma indisoluble en una profundidad insondable. Estaba asistiendo a una sinfonía de esperanza. Seguían leyendo despacio y sentido al Camino de El Mensaje de Silo. Escuchando a Sabine, proveniente de Viena, leyendo la parte en alemán, se me empezaban correr las lágrimas de conmoción, y mirando a muchos alrededor veía que a otros pasaba algo similar o tal vez lo mismo. Estuvimos en una correntada de … que ? Que difícil describirlo! Algo muy Grande, algo muy Profundo, algo muy particular que no había sentido en otras oportunidades similares. Sentía que algo muy importante, algo muy significativo estaba ocurriendo en este instante, y sentí un enorme agradecimiento a estos poquísimos amigos y a estas poquísimas amigas que hicieron posible que ocurriera este momento. Seguramente habrán pasado de una dificultad a otra, y no se arrodillaron frente a las dificultades, los sobrepasaron, volaron sobre todos ellos en este intento valiente de abrir al futuro una vez más. Y recordaba al Negro hablando una y otra vez de la importancia que tiene Berlín para el proceso histórico.

Gracias amigas y amigos del Parque Schlamau, gracias Silo.

Un fuerte abrazo - Dani

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