martes, 30 de julio de 2013
martes, 23 de julio de 2013
viernes, 19 de julio de 2013
jueves, 18 de julio de 2013
……. Sucedió hace mucho tiempo que floreció la vida humana en este planeta.
Entonces y con el correr de los milenios, los pueblos fueron creciendo
separadamente y hubo un tiempo para nacer, un tiempo para gozar, un tiempo para
sufrir y un tiempo para morir. Individuos y pueblos, construyendo, se fueron
reemplazando hasta que heredaron por fin la tierra y dominaron las aguas del
mar y volaron más veloces que el viento y atravesaron las montañas y con voces
de tormenta y luz de sol mostraron su poder. Entonces vieron a lo lejos su
planeta azul, amable protector velado por sus nubes. ¿Qué energía movió todo? ¿Qué motor puso el ser humano en la historia,
sino la rebelión contra la muerte? Porque ya desde antiguo, la muerte como
sombra acompañó su paso. Y también desde antiguo entró en él y quiso ganar su
corazón. Aquello que en un principio fue continua lucha movida por las
necesidades propias de la vida, luego fue lucha movida por temor y por deseo. Dos caminos se abrieron: el camino del sí y
el camino del no. Entonces, todo pensamiento, todo sentimiento y toda
acción, fueron turbados por la duda del sí y del no. El sí creó todo aquello que hizo superar el sufrimiento. El no
agregó dolor al sufrimiento. Ninguna persona, o relación, u organización quedó
libre de su interno sí y de su interno no. Luego los pueblos separados se
fueron ligando y por fin las civilizaciones quedaron conectadas; el sí y el no
de todas la lenguas invadieron simultáneamente los últimos rincones del
planeta.
¿Cómo vencerá el ser
humano a su sombra? ¿Acaso huyendo de ella? ¿Acaso enfrentándola en incoherente
lucha? Si el motor de la historia es la rebelión contra la muerte, rebélate
ahora contra la frustración y la venganza. Deja, por primera vez en
la historia, de buscar culpables. Unos y otros son responsables de lo que
hicieron, pero nadie es culpable de lo que sucedió. Ojalá en este juicio
universal se pueda declarar: “no hay culpables”, y se establezca como
obligación moral para cada ser humano, reconciliarse con su propio pasado. Esto
empezará aquí hoy en ti y serás responsable de que esto continúe entre aquellos
que te rodean, así hasta llegar al último rincón de la Tierra.
Si la dirección de tu vida no ha cambiado, necesitas hacerlo; pero si ya
cambió necesitas fortalecerla. Para que
todo esto sea posible, acompáñame en un acto libre, valiente y profundo que sea
además un compromiso de reconciliación. Ve hacia tus padres, tu pareja, tus
compañeros, amigos y enemigos y diles con el corazón abierto: “Algo grande y
nuevo ha pasado hoy en mí”, y explícales, entonces, este mensaje de
reconciliación. Quisiera repetir estas frases: “Ve hacia tus padres, tu pareja,
tus compañeros, amigos y enemigos y diles con el corazón abierto: ‘Algo grande
y nuevo ha pasado hoy en mi’ y explícales, entonces, este mensaje de
reconciliación”.
Para todos,
¡paz, fuerza y alegría!
SILO-1981 Madrid
martes, 9 de julio de 2013
ORACIÓN
I.
Oh Guía,
Salva a este hombre de la venganza,
Sálvame de la venganza
Que dirijo hacia mi mismo
Cuando contemplo mi larga cadena de fracasos,
Llévame hacia aquel mirador
En donde vive y fluye
La eterna fuente de la divina risa.
Oh Guía,
No permitas que este hombre
Movido
por su afán de venganza
sobre sí mismo
lleve esa violencia a los demás,
y ayúdalo a eludir la sed de venganza
que otros dirijan hacia él.
Oh GuÍa!
Ayúdame a discernir y a separar
Necesidad y deseo,
Ayúdame a comprender
Dónde está la raíz
De la necesidad de mis deseos,
Para poder, sin culpas,
Desbaratar el carro,
Desuncirme las varas,
Ser al fin sólo un jinete,
Un jinete solo, redimido
De la sed de venganza,
Riendo a carcajadas,
Galopando hacia el día.
*
II.
El temor al futuro.
La pérdida de fe.
La furia destructiva.
La solución final.
El abismo del hombre.
La sensación de absurdo.
El que grita a los dioses.
El que duda de ellos.
El sufrimiento humano,
Y el dolor.
¿Redención o altos muros?
La otra realidad
O el absurdo del hombre.
III.
Señales, señales.
Que los signos nos cubran
Que las puertas se abran
Que vuelen los tejados
Y estallen las ventanas,
Que la arbitraria risa
Inunde las ciudades.
IV.
Revelación, revelación.
Y el salto de la especie.
19 de enero de 2002.
Isaias Nobel
lunes, 8 de julio de 2013
viernes, 5 de julio de 2013
PRINCIPIO DE ACCION VÁLIDA
«Sí persigues un fin te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas».
Enseña a obtener beneficio de toda situación intermedia que nos lleva al logro de un objetivo. No dice que no deban existir fines, ya que la planificación de cualquier actividad se realiza en base a fines. Se está explicando que dado un fin cualquiera, todos los pasos que llevan a él, deben considerarse del modo más positivo posible. De otro modo, cualquier actividad anterior al logro del fin produce sufrimiento y por lo tanto, si es que el fin se logra, pierde sentido por el costo vital que representa el sufrimiento invertido en los pasos.