martes, 9 de julio de 2013

ORACIÓN


I.

Oh Guía,
Salva a este hombre de la venganza,
Sálvame de la venganza
Que dirijo hacia mi mismo
Cuando contemplo mi larga cadena de fracasos,
Llévame hacia aquel mirador
En donde vive y fluye
La eterna fuente de la divina risa.

Oh Guía,
No permitas que este hombre
Movido
por su afán de venganza
sobre sí mismo
lleve esa violencia a los demás,
y ayúdalo a eludir la sed de venganza
que otros dirijan hacia él.

Oh GuÍa!
Ayúdame a discernir y a separar
Necesidad y deseo,
Ayúdame a comprender
Dónde está la raíz
De la necesidad de mis deseos,
Para poder, sin culpas,
Desbaratar el carro,
Desuncirme las varas,
Ser al fin sólo un jinete,
Un jinete solo, redimido
De la sed de venganza,
Riendo a carcajadas,
Galopando hacia el día.

*
II.

El temor al futuro.
La pérdida de fe.
La furia destructiva.
La solución final.
El abismo del hombre.
La sensación de absurdo.
El que grita a los dioses.
El que duda de ellos.
El sufrimiento humano,
Y el dolor.
¿Redención o altos muros?
La otra realidad
O el absurdo del hombre.

III.

Señales, señales.
Que los signos nos cubran
Que las puertas se abran
Que vuelen los tejados
Y estallen las ventanas,
Que la arbitraria risa
Inunde las ciudades.

IV.

Revelación, revelación.
Y el salto de la especie.

19 de enero de 2002.

Isaias Nobel

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