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Lugar de meditación y desarrollo de una nueva espiritualidad

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BIOGRAFIA

SILO


Silo es el guía espiritual que surge en este tiempo convulsionado, violento y desesperanzado. Su mensaje es simple y profundo al mismo tiempo. Su obra ha trascendido todas las fronteras y sus seguidores están en las más diversas culturas de todos los continentes.

En 1969 comienza la vida pública de Silo con dos hechos fundamentales: una arenga dada el 4 de mayo en un pueblito cordillerano situado en la frontera de Argentina y Chile llamado Punta de Vacas, ante un puñado de personas: La curación del sufrimiento. En ese mismo lugar escribe La Mirada Interna, libro que será publicado el año 1972. Ambos, la alocución y el libro, son la piedra angular de su enseñanza. En la primera plantea la raíz del sufrimiento “…únicamente puedes acabar con la violencia en ti y en los demás y en el mundo que te rodea, por la fe interna y la meditación interna…” mientras que en La Mirada Interna desarrolla cual es el verdadero sentido de la vida. “Aquí se cuenta cómo al sinsentido de la vida se lo convierte en sentido y plenitud. Aquí hay alegría, amor al cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y al espíritu. Aquí se reniega de los sacrificios, del sentimiento de culpa y de las amenazas de ultratumba. Aquí no se opone lo terreno a lo eterno. Aquí se habla de la revelación interior a la que llega todo aquel que cuidadosamente medita en humilde búsqueda.”

Silo

martes, 9 de octubre de 2012

La superación del dolor y el sufrimiento como proyectos vitales básicos


5. La superación del dolor y el sufrimiento como proyectos vitales básicos

Hemos dicho en Contribuciones que el destino natural del cuerpo humano es el mundo y basta ver su conformación para verificar este aserto. Sus sentidos y sus aparatos de nutrición, locomoción, reproducción, etc., están naturalmente conformados para estar en el mundo, pero además la imagen lanza a través del cuerpo su carga transformadora; no lo hace para copiar al mundo, para ser reflejo de la situación dada sino, opuestamente, para modificar la situación previamente dada. En este acontecer, los objetos son limitaciones o ampliaciones de las posibilidades corporales, y los cuerpos ajenos aparecen como multiplicaciones de esas posibilidades, en tanto son gobernados por intenciones que se reconocen similares a las que manejan al propio cuerpo.
¿Por qué necesitaría el ser humano transformar el mundo y transformarse a sí mismo?
Por la situación de finitud y carencia temporo-espacial en que se halla y que registra como dolor físico y sufrimiento mental. Así, la superación del dolor no es simplemente una respuesta animal, sino una configuración temporal en la que prima el futuro y que se convierte en impulso fundamental de la vida aunque esta no se encuentre urgida en un momento dado. Por ello, aparte de la respuesta inmediata, refleja y natural, la respuesta diferida para evitar el dolor está impulsada por el sufrimiento psicológico ante el peligro y está re-presentada como posibilidad futura o hecho actual en el que el dolor está presente en otros seres humanos. La superación del dolor aparece, pues, como un proyecto básico que guía a la acción. Es ello lo que ha posibilitado la comunicación entre cuerpos e intenciones diversas, en lo que llamamos la “constitución social”. La constitución social es tan histórica como la vida humana, es configurante de la vida humana. Su transformación es continua pero de un modo diferente a la de la naturaleza porque en esta no ocurren los cambios merced a intenciones.

Fragmento: CUARTA CARTA A MIS AMIGOS.
Silo. 19 de diciembre de 1991

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